Palabras sueltas
Es maravilloso encontrar palabras que van bien cuando están sueltas, libres de contexto aún cuando no sea posible que estén completamente fuera de contexto…
Algunas de esas palabras -solas, en pareja o en grupos ligeramente mayores-que aún no dejan de sorprenderme son:
¡Claro! ¿Por qué no? ¿Y? ¡Qué estupidez! ¡Por supuesto! Entiendo… A ver…
Y, claro, también están aquellas palabras –igual que en el caso anterior: solas, etc.- que a veces me desconciertan, como:
No sé… Tal vez… Déjame pensarlo… Algún día… Mañana… En el mejor de los casos… A veces…
Y me gustaría decir que el primer grupo es el deseable pero ventajosamente no es así, porque la razón de la belleza temporal de las unas es el golpe silencioso de las otras y a eso habría que agregarle el tema del contexto y más detalles que estropearían el sinsentido de unas simples, espléndidas palabras sueltas.
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